Y no conociste mi lecho
este sillón viejo
ni tropezaste con mis libros
y mis cortinas negras
no curioseaste las fotos
las notas
no te probaste mi camisa azul rayada
ni te miraste en mi espejo
no hubo música extraña para ti
ni velas
ni inciensos.
No subiste a mi azotea
a observar el horizonte luminoso
no te evoque el gran lago azul
que alguna vez rodeo mi cerro.
No miramos juntos
a la noche y a las estrellas
con una cerveza.
No hubo un beso ni un abrazo
en este pequeño cuarto.
No hubo tiempo.
No hubo mucho.
Es solo que en noches como esta
recuerdo haberte sentido
es solo que a veces
la resaca del deseo me cuesta.
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