lunes, noviembre 26, 2012

Agudos Ocasos

¿Cómo templarse después de tu tempestad?

Después de habernos arrasado
de haber estado tan mar adentro
de haber erosionado tantas superficiales rocas
de haber sido arena y espuma, sal y brisa
radiante sol, luna menguante.

¿Qué hacer con ésta historia?

Con mis obstinados recuerdos
con tus voluntarios olvidos.

¿Qué haremos con el choque de nuestros caudales? 

Que han compartido tanto
se han revuelto tanto.

Nos evaporamos
nos secamos.

Cuanta vida hemos tenido
que fuerte nuestra lluvia ha azotado
que magníficas tormentas
que agudos ocasos...

TEPEPOLCO

Diálogos Cínicos

El narrador de halla sumido en el mutismo que le provocan los diálogos cínicos,
presuntuosas palabras que enarbolan y flotan;
que sólo buscan miradas y galardones,
desdeñar diferencias y propagar nuevos códigos mercantiles disfrazados de literatura.

Neologismos que subordinan abanderados en supuesta libertad.

He aquí el punto, mismo idioma pero diferentes significaciones.

Después, los difusores transmiten como virus el nuevo lenguaje,
las víctimas lo adoptan y ejecutan sin fijarse en que esencia conllevan.

Así se apropian inconscientemente de esas palabras, las reproducen y heredan.

El virus se torna epidemia.
Una vez implantado en el portador, comienza la enfermedad a buscar su perpetuidad,
mutando en la esencia misma del infectado.

Finalmente ese inofensivo nuevo lenguaje se recreó en el antiguo ser humano,
quien muerto en esencia se transformó en vil instrumento.

Lustro


Un lustro
un sentir que fluctúa encendido como piel de iguana
la amenaza que danza con navajas
y el vértigo que guía los pasos.

A veces, casi, corta el habla
nubla la vista
seduce la memoria
dificulta la respiración.

Comienza a juguetear la invención con el recuerdo.
Comienza a desvanecerse otro camino.


Sin Retorno



Tu efímera distancia me evoca el implacable presagio de la ausencia:
tu no-presencia me vuelve loco, 
me recuerda que estoy solo, 
que seré yo sólo, frente a esta vida,
entre este regazo carente y toda tú en todos lados.

Lo que antaño fue, ahora es una reminiscencia tuya.

La contracara de mi capacidad de relacionar cosas 
se vuelca sobre mí: libros viejos, lugares pasados,
la entrañable convivencia diaria, palabras, sexo, comunión, risas.

Debates, una implacable, pesada e incontrolable historia. 

Una vida que ya no es mía.

Y ahora lo entiendo. Nunca fue mía.
Cerré los ojos y los oídos ante la inminente distancia áurea que te rodeaba.
Ese espacio tan tuyo que nunca logré tocar.

CARRETERA S.L.P.-QUERÉTARO

En Silencio Hermano



CERCA DE IXTAPAN DEL ORO, EDO. DE MEX.

Espera a que fragüen tus palabras,
que su volatilidad no las pierda en la arenosa tormenta,
aquella que entierra tus ojos y que arrastra tu profana ánima, 
que corta de raíz, 
que arrastra todo aquello en ti aprehendido.

En silencio siente como sangras,
como derramas tus ayeres en el presente,
envolviéndote en reacciones y ciclos.

Espera que todo se eleve,
que de vueltas en el aire,
choque, se embarré,
que vuele al firmamento.

A que vuelvas a brotar,
y que tu ahíto extraño te orille a rebelar.


Metálico Aliento



TEPEPOLCO

Ya atardece, también en mi ser.

Los últimos brochazos de luz en el horizonte, comienzan a oxidarse.
Y el miedo, se torna nostalgia.

Tu estela se pierde, se volatiza, se evapora… expira en metálico aliento.

El vacío se acerca, y trae su hija a rastras… otra noche.
Otra asfixiante madrugada que hiela el tuétano
y se condensa en los cristales de este parco espejo.

La Gran Masa Duerme


TEPEPOLCO

Nuevamente aquí, bajo la luz de la luna, 
he vuelto a encender un cigarro.

 Y contemplo la ciudad, miles de luces tras mi ventana. 
Lentas mareas de autos en la madrugada, 
fluyendo por sus venas de asfalto.

Vida de entes sonoros:
 lamentos al cielo de algunos perros; 
sirenas que buscan el rescate de los perdidos nocturnos.  

Y la gran masa duerme, algunos engranes que se detienen en la penumbra de la rutina del ciclo de la vida. Mientras, arriba, las estrellas vigilan y se tragan el olvido de los seres que alguna vez las miraron.