CONMIGO BASTA

Invoco a mis antepasados y sólo me evocan olvido...

recurro otra vez a la sabiduría antigua para tratar de encontrar sentido,

 -mas no lo hallo, sus voces se han perdido- 

O, ¿Me habré perdido yo? 

No lo sé y por el momento no importa.
Recuerdo viajes, carreteras federales, terracerías,
cerros destajados, cicatrices geológicas, asfaltos...

Mi pasado invoca el rodar, huir por estaciones a altas horas de la noche, 

caminatas presurosas por lugares desconocidos.

Mi camino consiste en andar, 

sólo, solo,

 tan sólo proseguir, caminar para que que mi muerte me alcance trotando. 

Si es que puede

- y en cualquier momento lo hará-

Eso sí, lo gastado de las suelas de mis botas, el desgaste de mis rodillas, 

lo curtido por el sol y los callos de las manos no me podrán arrebatar.

 Es mi único equipaje, lo que he sido y lo que soy.

El fango se cae, lo húmedo se quita, 

el frío pasa, al calor te acostumbras, el hambre la controlas. 

Pero a mí no. 

Aún no lo han logrado. 

Ni los años, daños, sequías, 

torrenciales o tormentas de arena han podido detenerme,

-conmigo basta-