Del taller de microficción en Sobolotik
-La nostalgia de quien añora, enamora las horas y los cantos con versos:
para ver estrellas, no hace falta subir al cielo.
-La curandera tomó su instrumento. Con su manojo de hierbas, limpió las palmas de la niña:
su destino no volvería a ser el mismo.
-Afortunadamente al
Rayar la
Tarde, volvería su
Único
Remanso: el
Olvido.
-Al cruzar sus miradas cayeron en cuenta, su final se hallaba cerca.
-Más adelante la volvió a encontrar: el pasado ya no importaba.
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